¿Procrastinación?
Esta mañana mi celular sin carga, se me olvidó ponerlo a cargar anoche y esto pasó porque en el momento que me disponía hacerlo dije: “ahora lo hago” y bueno, después me quedé dormida.
Así vamos muchas veces por la vida, dejando para después las cosas, desde las pequeñitas sin importancia hasta las muy grandes y relevantes. Al final, cuando nos toca cosechar la siembra nos preguntamos ¿por qué no logro mis metas?
Ya estamos en marzo, dime: ¿Cómo vas con tus propósitos 2021? ¿Cuánto has avanzado hacia ellos? ¿Cómo los estás gestionando? Cada vez que posponemos algo, no solo no avanzamos sino que nos alejamos de la meta.

Mi punto de vista es que posponemos las tareas que no nos gustan y no tenemos la valentía de reconocerlo. Tal vez se trata solo de un punto de vista. Quizás estamos viendo esa experiencia como algo aburrido, tedioso y sin sentido. ¿Qué pasaría se cambiamos ese punto de vista?
A mí no me funciona hacer una lista de tareas sin propósito. No puedo andar como un robot cumpliendo tareas sin inspiración. Ese es el secreto de no procrastinar para mí. Le doy sentido e intención a las acciones. Si deseo lograr comer saludablemente, es importante que vaya al supermercardo y compre lo que requiero para lograrlo. ¿Puedes percibir la diferencia? No se trata de solo colocar en la lista: “ir al súper”, sino recordar el sentido de ir personalmente al súper para elegir los alimentos. Está detrás de esa acción un propósito que me inspira, alimentarme saludablemente.
Cuando una tarea cobra sentido y tenemos presente de que cumplirla es parte del objetivo final, tal vez ya estamos cambiando el punto de vista y estemos en el camino de crear un resultado distinto y liberándonos del limitante hábito de la procrastinación.
¿Qué más es posible hoy que antes no era? Cuando dejamos de procrastinar, avanzamos; cuando avanzamos nos sentimos felices y cuando nos sentimos felices, nos estamos amando.
No me creas, pruébalo y a ver qué pasa. Me cuentas tus resultados.