El poder de la elección

Según la RAE, la palabra elección se refiere a la acción de elegir. Y elegir, a su vez significa escoger o preferir alguien o algo para un fin.
¿Qué nos impide elegir?
- Miedo
- Creer que no podemos
- Creernos poca cosa
- Creer que es imposible
- Sentir culpa
Elegir es la clave. Todo es una elección, hasta NO ELEGIR es una elección.
Para poder elegir o escoger tiene que haber más de una opción. Siempre hay más de una opción, esa también es una buena noticia.
La sociedad actual nos lleva a vivir una vida programada y nos obliga a cumplir con responsabilidades “asignadas” de acuerdo a los distintos roles que debemos asumir, pero eso es harina de otro costal. Muchos llegamos a creer que no podemos hacer más que seguir las reglas.
Por ejemplo algunos fuimos programados para:
- Estudiar
- Conseguir un buen empleo
- Casarse
- Tener hijos
- Criar a los hijos
- Y después criar nietos
Cuando intentas salirte de la programación, se activan todas las alertas de peligro en ti. Moverte hacia una zona no conocida es algo que se asocia a peligro.
Entonces elegir tiene un precio. ¿Estás dispuesto a pagarlo?

Para lograr vivir una vida basada en la elección y no responder de manera “automática“, debemos ser conscientes de qué es lo que aspiramos en nuestra vida, hacia dónde queremos llegar, cuáles son las mejores decisiones que debemos tomar y qué acciones pueden apoyar estas decisiones para lograr nuestra meta.
Decisión y elección es lo mismo para mí. Pero obtenerlo no solo depende de elegirlo, sino de día a día continuar eligiendo acciones que nos acerquen a ese objetivo.
A través del sistema de creencias de cada uno de nosotros damos significado y coherencia a nuestro modelo del mundo y a nuestro lugar en él. Cuestionar una de nuestras creencias puede desestabilizar todo el sistema, incluyendo a las personas más queridas que nos rodean.
La capacidad de elección representa el único elemento posible que dispone el ser humano para reinventarse, crecer o mejorar. Ante el umbrar de hacer una elección importante, nos asaltan las dudas. Yo lo que hago es una pausa y más que pensar en pros y contras, calibro mi voz interior.
Uso una herramienta valiosísima del “método paso a paso”, me hago preguntas. Te comparto aquí algunas de las más frecuentes:
- ¿Cuáles son las infinitas posibilidades de esto?
- ¿Qué hay aquí que no estoy viendo?
- ¿Qué otras opciones están disponibles?
- ¿Qué más sería posible y no lo he considerado?
- ¿Qué es posible y yo creo que es imposible?
- ¿Qué pasaría si esto fuera diferente a lo que yo creo?
- ¿Cómo podría ver esto de otra forma?
- ¿Qué más es posible?
- Si el dinero no fuera un problema ¿Qué elegiría?
- ¿Si hoy fuera el último día de mi vida elegiría esto?
Honestamente puedo decirte que he desarrollado la capacidad de calibrar mi sabiduría interior. Si no me hace inspira, no lo elijo, aunque la razón diga otra cosa.
La elección es una de las llaves de la tan cacareada libertad emocional, pero ¿estás listo para pagar el precio de esa libertad?
¿Qué más es posible para ti hoy?