Procrastinar


¿Qué significa? Aplazar o postergar una tarea, trabajo u obligación.
Dice un refrán popular: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.
¿Y por qué no? ¿Qué hay si no tengo ganas? Ok, está bien puedes elegir no hacer una tarea. No hay nada malo con eso. El asunto se vuelve complejo cuando ese aplazamiento se prolonga por tiempo indefinido.
A mí me pasa que esas tareas que no me gustan mucho o que de repente me fastidian, pero que de todos modos hay que hacerlas, ganan fuerza entre más atención les pongo. Creo que todos tenemos responsabilidades en nuestras vidas cotidianas que no es que saltemos de alegría porque las tenemos que cumplir. ¿Te suena familiar?
Lo que puedo compartir contigo es que basada en el principio de que: “donde pongo mi atención está mi poder creativo”, si me quejo, estoy refunfuñando o repitiendo que me da fastidio y pereza, ¿qué se te ocurre que puedo estar creando? Obvio, más fastidio.
Entonces ¿Cómo puedo resolverlo?
Yo tengo varias fórmulas que te voy a compartir. Todas basadas en la autoobservación y autocuestionamiento. ¿Qué es lo que no me gusta de eso? ¿Para qué elijo postergarlo si al final de todos modos tendré que hacerlo?
- Rápidamente enfoco mi atención en los beneficios de elegir cumplir con esa tarea de inmediato. La principal ganancia para mí es sentirme libre de esa carga, aunque seguro encuentro muchos otros regalos por ahí.
- Enfoco mi atención en el propósito final por el cual tengo que pasar antes por esa tarea. Te explico con un ejemplo. Si quiero expandir mi negocio mediante las redes sociales, seguro tengo que invertir tiempo en aprender los procesos para lograrlo. ¡Qué pereza! Sin embargo mi objetivo es desarrollar y crecer mi negocio, que indudablemente traerá satisfacción y aumento en mis ingresos. Entonces mi enfoque está en el beneficio final y no pierdo mi tiempo en quejarme o renegar de lo aburrido que puede resultar para mí aprender tecnicismos. ¿Me expliqué?
- A veces logro encontrar detalles en la tarea a cumplir que sí me gustan, eso hace menos pesado el momento.
- También hay ocasiones en que aún con enojo, fastidio y sin meterle mucha mente, solo lo hago y ya. Eso también es una forma menos agradable, pero funciona. Es como tener que tomar una medicina que sabe a rayos.
- Algo que hago también cada vez que puedo (no siempre es viable) es delegar la tarea. Que otro lo haga. A veces las personas controladoras como yo, solemos querer encargarnos de todo y en eso, perdemos tiempo, energía y alegría. ¿Qué tal si suelto el control?
Se procrastina cuando la tarea que tienes que cumplir no es de tu agrado, sientes miedo o no te crees suficientemente bueno para lograrla.
Quedarse estancado, ahogado en tareas es un acto de desamor contigo. Te sientes culpable, te sientes enojado, te sientes incapaz y seguro el verdugo que vive en tu cabeza te recuerda lo mal que lo estás haciendo. Eso definitivamente activa tu sistema nervioso simpático, que a su vez activa el cortisol y por ende te sientes estresado.
¿Cómo puede mejorar esto? ¿Qué más es posible hoy que ayer no era?