Cuando somos niños nuestra mente es ilimitada, nos damos permiso de soñar y la mayor parte de las veces realmente creemos que TODO es posible. Con el pasar de los años, la interacción con otros niños y adultos en casa, escuela, iglesia, campos deportivos, etc., nos van sembrando dudas y creencias que no nos pertenecen, pero que adoptamos como nuestras, entonces esas ilusiones o sueños se duermen, pero no se mueren.
Dentro de ti viven todas tus versiones, incluido ese niño de 3, 5, 7, 8 o 10 años. ¿Qué diría ese niño de tu versión adulta? ¿Alguna vez se lo has preguntado?
Reconectar con tu niño interior puede ser esa dosis de poder y vitaminas que estás buscando erróneamente fuera de ti. Reencontrarte con las ilusiones, la esperanza y un universo de posibilidades contenidas en el corazón de tu niño interior tal vez se convierta en el remedio a tu desánimo, carencias o tristeza.
Cómo Sanar tu Niña Interior
Quizás si eliges sanar a tu niño interior puedas contribuir a liberar cargas emocionales y a sanar las heridas que a lo largo de la vida te han dejado una profunda huella de dolor.
Esta es una decisión personal y deseo compartir contigo 5 prácticas que pueden ayudarte en este proceso.
- Dale su lugar a tu niño interior: Míralo y acepta ese pedazo de ti que con el paso de los años fue herido. Reconoce tus sentimientos, miedos y deseos. No los etiquetes como buenos o malos, solo date permiso de observarlos.
- Comunícate con tu niño interior: Háblale con amor y compasión. Muéstrate dispuesto a escucharle como lo harías con el mejor de los amigos. Pon atención a sus necesidades y asegúrate de hacer todo lo que puedas para cubrirlas.
- Encuentra un lugar seguro para él: Crea en tu mente un sitio en el que tu niño se sienta cobijado y seguro. Visualiza el lugar perfecto para reunirte con él cada vez que lo sientas necesario, un lugar donde encuentres paz.
- Date permiso para jugar: Ábrete a experiencias divertidas, gozosas o lúdicas. Dibuja, salta baila, canta, ríete sin razón.¡Juega y sonríe mucho!
- Sé amable y comprensivo: Perdónale los errores, ayúdalo a levantarse si se tropieza, abrázalo cada vez que puedas y recuérdale que es maravilloso.
Atreverse a conectar con el niño interior puede resultar desafiante para muchos. Todos los niños por muy heridos que hayan sido, tienen en algún lugar de su ser la llave de La Paz, el perdón y la ilusión.
¿Qué requieres ser o hacer para dar el primer paso?
¿Qué más es posible?
